Summary: | Análisis de una experiencia docente en la Universidad de Almería. En todos los casos creemos poder afirmar que un uso constante de la práctica de la valoración de traducciones ayuda a desarrollar una competencia traductora pasiva, encaminada a evaluar la recepción del mensaje, una competencia lingüística activa, encaminada a la práctica de destrezas de análisis morfosintáctico y al desarrollo de un correcto uso del juicio crítico y de la expresión en la propia lengua.
Que sean las asignaturas de Filología Clásica las que se encarguen de iniciar el camino de la producción de tales competencias y destrezas es, en nuestra opinión, un elemento que ayuda a comprender nuestra posición en los planes de estudio de las otras Filologías. Siempre se ha dicho que el Latín y el Griego son necesarios para formar buenos filólogos: ahora también podemos empezar a demostrar cómo y hasta qué punto somos útiles en la formación de los estudiantes de las Filologías modernas.
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